I. PERTINENCIA DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA


     Para poder abordar la Doctrina Social de la Iglesia - e incluso cualquier ciencia o disciplina científica - parece adecuado primero partir de cuestionar la existencia o viabilidad de la misma, identificar los obstáculos u objeciones que se plantean a ella, así como identificar las realidades que exigen su existencia tanto a nivel extra-eclesial como intra-eclesial. Esto a manera de descubrir así su pertinencia o adecuación a la realidad así como la necesidad de su estudio, sentando las bases para luego reflexionar entorno a su estatuto epistemológico.

    De allí que se pase ahora a abordar su existencia.

1. ¿Puede existir una Doctrina Social de la Iglesia? 

     Al reflexionar sobre la existencia o viabilidad de la DSI, hay que partir de constatar la existencia de los fenómenos sociales, de las relaciones sociales del ser humano y, desde la segunda mitad del siglo XIX, de los estudios sociológicos propios de las Ciencias Sociales. Las cuales vienen a ser un estudio del hombre y sus relaciones en sociedad desde diversas perspectivas y que aportan un campo de comprensión de la realidad.

     Por su parte, desde una óptica meramente fenomenológica es innegable la existencia de la Iglesia católica como una institución religiosa cristiana que surge del anuncio del reino de Dios hecho por Jesucristo. Ella, desde la óptica cristiana, viene a ser la comunidad heredera del movimiento de Jesús y de la comunidad apostólica. Su objetivo, según los evangelios, viene a ser el anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo (el evangelio) que anuncia la salvación a todos aquellos que lo reconozcan como el Salvador enviado del Padre, Hijo del hombre y dispensador del Espíritu Santo.

     De hecho, es Cristo mismo quien encarna el Reino de Dios a través de sus obras y palabras. Quien con su encarnación ha elevado al ser humano a la dignidad de la filiación divina en Él. Quien con su obrar muestra la acción misericordiosa del Padre hacia todos sus hijos y la creación entera. Quien hace consciente a los hombres de su unión fraternal. Y con su palabra proclama la salvación integral de la persona que equivale a su máxima realización y al cumplimiento de su fin creatural. Salvación-realización que incluye también la dimensión social de la persona , de la cual hablaremos más adelante en este curso.

     Es este evangelio social que a ejemplo de su divino fundador proclama la Comunidad Cristiana desde sus inicios , que defienden y recuerdan los primeros escritores cristianos y Santos Padres, que se lleva a la práctica a través de las diversas obras de beneficencia cristiana de la Edad Media, de tantos Institutos de Vida Consagrada, de las diversas Instituciones y organizaciones de inspiración cristiana, y de la practica socio-caritativa de comunidades eclesiales locales. De allí que ella, guía y maestra de todos los bautizados en su función magisterial o de enseñanza oriente a sus miembros entorno al Evangelio Social que se ha recopilado un corpus doctrinal desde León XIII a finales del siglo XIX hasta Francisco en nuestros días, en la Doctrina Social de la Iglesia.

Mstr. Daniel Scoth Marquez Paz

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